miércoles, 27 de octubre de 2010

Fantasmas

Nunca he tenido miedo a los fantasmas.
Después de todo, vivo con ellos cada día. Cuando me miro en un espejo, los ojos de mi madre me devuelven la mirada y mi boca se curva con la sonrisa que sedujo a mi bisabuelo para que yo tuviera mi destino.

¿Cómo voy a temer el roce de esas manos que se desvanecen, que se detienen sobre mí con un amor desconocido?. ¿Cómo voy a tener miedo de aquellos que moldearon mi carne, dejando su rastro para vivir mucho más allá de la muerte?.

Menos aún podría temer a esos fantasmas que rozan mis pensamientos al pasar. Todas las bibliotecas están llenas de ellos. Puedo coger un libro de los estantes polvorientos y me atraparán los pensamientos de alguien muerto hace tiempo, pero todavía vivo en su mortaja de palabras.

Por supuesto, no son los ordinarios y acostumbrados fantasmas que turban el sueño y aterran al insomne. Mire hacia atrás y encienda una linterna para iluminar los rincones apartados en la oscuridad. Escuche las pisadas que resuenan detrás cuando camina solo.

Continuamente, los fantasmas revolotean y pasan a través de nosotros, ocultándose en el futuro. Miramos en el espejo y vemos las sombras de otros rostros mirando a través de los años; vemos la silueta de la memoria, erguida con firmeza en el umbral vacío de la puerta. Por sangre y por elección, creamos nuestros fantasmas, nos perseguimos a nosotros mismos.
Cada fantasma sale espontáneamente de los terrenos confusos del sueño y el silencio.
Nuestra mente racional dice: “No, no es así”.
Pero otra parte, una parte más antigua, siempre repite suavemente en
la oscuridad: “Sí, pero podría ser”.

Vamos y venimos por el misterio, tratando de olvidar. Pero cuando una ráfaga de aire pasa por una habitación y agita mi cabello, creo que es mi madre.

Un prólogo precioso de "Tambores de Otoño" otro de los libros de la saga de Jamie Fraser y Claire Randall escrito por Diana Gabaldón

2 comentarios:

Candela dijo...

Como decía mi abuela: El mundo esta lleno de fantasmas, y hay que temer a los vivos, no a los muertos.

Misaoshi dijo...

¿También te han tocado los smint? xD :D >_< *////////* aiiiiiiiiiiii

jajajajjajajaa

(...)

:)

._.

0_Ó

Por cierto, leí esta entrada hace días y no pude comentar porque en el curro no tengo blogger, opino más o menos igual en el tema, tampoco creo en fantasmas.

Por ejemplo, he discutido con mi compañera de habitacón este tema en ocasiones:

- Ella cree que su abuela la observa y que ella está ahí, que la siente, que casi la puede ver y tocar, que su fantasma está siempre con ella.

- Yo le digo que es el recuerdo, el sentimiento, que la echa de menos, que le gustaría que ella estuviera ahí para ver en qué se está convirtiendo...

No sé, es un tema extraño y no lo veo en absoluto complicado, pero la gente tiende creer en demasiadas cosas y todos creemos tener la razón. Mejor no pensarlo.